RESEÑA: "EL FABRICANTE DE MUÑECAS", DE R. M. ROMERO
- Romi Sol
- 23 jun 2019
- 2 Min. de lectura

"El fabricante de muñecas" es uno de los libros más hermosos que leí en mi vida. Una historia ambientada en la ciudad de Cracovia, Polonia, durante la Segunda Guerra Mundial; época en la cual, lamentablemente, la magia no existía. Pero la magia sí existe en este libro de R. M. Romero, quien visitó lo que fue el campo de concentración de Auschwitz y se inspiró para escribir esta historia de amor y amistad entre Karolina, una muñeca, y Cyryl, el fabricante de muñecas que le dio la vida. La mayoría de las víctimas de la segunda guerra mundial no fueron asesinados por ser malas personas, sino simplemente porque eran judíos. Karolina y Cyryl deben enfrentarse con una realidad gris, triste, cuando entablan amistad con un hombre judío y su hija, y deciden ayudarlos al entender que la vida de ambos está en peligro. En un mundo en donde la guerra era inevitable, en donde la libertad no existía y la necesidad de poder era insaciable, el amor seguía haciendo milagros al unir las vidas de Karolina y Cyryl. El final es desgarrador. Terminé de leerlo, cerré la tapa y lo abracé con todas mis fuerzas. Y abracé también a todas las personas y, sobre todo, a todos los niños que fueron víctimas del holocausto. Porque las guerras no tienen que existir más. Porque el racismo y la xenofobia no tienen que existir más. Porque solamente en el mundo tienen que existir buenas personas, y porque esto no tiene que volver a pasar nunca más.
QUÉ ME PARECIÓ ESTE LIBRO:
"El Fabricante de Muñecas" es una de esas tantas historias inolvidables que quedan guardadas en el corazón del lector para siempre. El libro te atrapa desde la portada, con esos colores azules, rojos, verdes y blancos, hasta la última página, en donde la autora explica cómo fue que surgió la idea en su cabeza.

Es un libro de fantasía para todas las edades. Los personajes están muy bien construidos, tanto los de carne y hueso como los del mundo de los juguetes, logrando que el lector se conecte con ellos desde lo más profundo. En cada uno de ellos podemos sentir el dolor, el miedo, la incertidumbre y la impotencia por no poder salvar la vida del otro. Es una historia que pone de manifiesto el amor y la amistad a flor de piel, que enseña que en la vida uno es el dueño de su propio camino y cada uno es libre de elegir ser o no ser una buena persona.

Todos sabemos lo difícil que fue la época de la Segunda Guerra Mundial, donde la Alemania nazi se apoderó de la vida de millones de personas; donde el racismo, la xenofobia, la discriminación y la necesidad de poder no tenían piedad por las personas judías. Si la magia hubiese existido en esa época, si hubiesen existido muchas Karolinas y Fabricantes de Muñecas, tal vez las heridas de la guerra hubiesen dolido un poquito menos y sanado más pronto, y en las infancias de tantos niños el miedo habría estado presente, pero con más abrazos que contengan y que calmen tantos corazones aterrados.
Gracias a la autora, por permitirme a mí y a sus lectores conocer a Cyryl, el mago más bueno del mundo.
Comments